NOBLEZA OBLIGA (por Gaspar Pérez Albert)
Presumiendo de grandeza,
un marino, sin pereza
ni mucho menos torpeza,
sino con toda presteza
y con la mayor viveza,
va demostrando destreza
y realizando proezas.
Y si el rumbo no endereza,
no se queda de una pieza;
utiliza la cabeza
y siempre con fervor reza,
pues le obliga su nobleza.
Volver