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LIX FORO DE DEBATE JUBICAM

SALIR DE LA CRISIS
LA IMPORTANCIA DE LAS PERSONAS Y SUS VALORES
(Comentario de Vicente Llopis Pastor)


     Dentro del séptimo ciclo de los Foros de debate de Jubicam tuvo lugar, el martes día 8 de noviembre de 2011, en el espacio CAMON de Alicante, el correspondiente a este mes que giró bajo el título “Salir de la crisis. La importancia de las personas y sus valores”, en el que figuró como ponente don Enrique Romá Romero; Licenciado en Veterinaria; Educador Social colegiado; “Coach” Personal certificado por AESCO; Programa de desarrollo de directivos por el IESE de la Universidad de Navarra y que en la actualidad ejerce como Director de Acción Social y Medio Ambiente de la Obra Social de Caja Mediterráneo.

     Como es habitual nuestro don Francisco Bernabéu Penalva hizo la presentación del ponente, perteneciente a la familia de los Romá muy vinculados a nuestra Caja de Ahorros, con quienes ha tenido una larga trayectoria personal y profesional en el transcurso de los últimos sesenta años. Igualmente hizo referencia a la colaboración que don Enrique Romá Romero ha tenido con la Obra Social de la CAM, con Jubicam y con aspectos relativos a las relaciones intergeneracionales.

     El ponente agradeció la presentación, así como el alto grado de asistencia a este Foro, en el que participaban numerosos asociados de Jubicam, tanto en la sala de CAMON como un grupo de Murcia que siguió el Foro por videoconferencia. El conferenciante hizo referencia a anteriores participaciones suyas en estos Foros de debate y a su labor en la Obra Social de la CAM. Hizo una referencia al informe de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada) que desde el año 1965 viene realizando informes sobre la situación y el cambio social en España y que es un referente estable y continuado en el ámbito de la exclusión social en nuestro país.

     Centró su intervención en cuatro apartados: a) ¿De dónde venimos?; b) Situación actual; c) ¿Qué hacemos?; d) Dinámica de los valores. A partir de ahí incorporó una dualidad entre lo que es el incremento de riqueza de un país y el aumento de exclusión social que, a veces, le acompaña. Puso el ejemplo de un reloj de arena en el que las diferencias en el contenido de la parte superior o inferior del reloj son consecuentes con el tiempo y que, tal vez, sea la mejor metáfora para un análisis social. Mediante proyecciones en pantalla habló del “Índice de Gini”, que es una medida de la desigualdad ideada por el estadístico italiano Corrado Gini y que en su aplicación en España demuestra que las diferencias sociales son bastante amplias y, sobre todo, en el caso de los menores de dieciséis años que llegan al 26,50%, lo cual es una tasa muy alta ya que lo ideal es que alcanzara una tasa cercana al cero por ciento. Acompañó esta exposición con algunos datos complementarios, tales como el de que el ingreso medio por hogar es de 24.890 euros y que las tasas de desigualdad se están disparando en nuestro país.

     Ante estos hechos sociales el conferenciante incorporó una aportación psicobiológica referente a la forma de reaccionar el cerebro en el llamado sistema límbico, que está formado por varias estructuras que gestionan las respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Describió la estructura cerebral e hizo una separación entre los aspectos cognitivos, fisiológicos y conductuales del sujeto, que dan respuestas según afecten al lóbulo central con bloqueo de la creatividad que llamó “atrapamiento amigdalino”, frente a la reacción de abrir campos a la creatividad en lo que llamó “Sistema reticular activador ascendente”. Fue una verdadera lección de un enfoque psicosomático que puede ser negativo o positivo, según los casos, en las relaciones individuales y grupales.

     A continuación incorporó una digresión metodológica mediante diversos “brainstormings” en los que participaron los asistentes y para los cuales solicitó la opinión sobre la dinámica que mueve al mundo actualmente en diversos temas y cuyas contestaciones fueron las siguientes: a) Economía.- Las contestaciones fueron desconfianza, falta de control, falta de honradez, poder, mala distribución, etcétera; b) Política.- Corrupción, mediocridad, endiosamiento, ineptitud, prepotencia, ambición, etcétera; c) Medio ambiente.- Corrupción, polución, exterminio de especies, sobreexplotación, falta de educación, agotamiento de recursos, indiferencia, etcétera; d) Relaciones personales.- Desconfianza, egoísmo, fundamentalismo, caos, individualismo, intolerancia, etcétera. Desde luego la conjunción de todas estas contestaciones nos confirma un “Corpus” descripción totalmente negativo sobre el ser humano, considerado tanto individual como socialmente, y que no dicen nada en favor de nuestra actual civilización. Por cierto que me viene a la memoria algunos espacios de programas de emisoras de radio, comentarios en internet o vía mensajes SMS de teléfonos móviles, en los que se da la oportunidad de que participen los ciudadanos y oyentes, que suelen tener contestaciones parecidas a las expuestas en este “brainstorming”.

     Posteriormente el ponente hace su propia valoración de estos resultados con su conclusión de que hay que colocar a las personas en el centro de la solución y cuenta experiencias propias de entrevistas en la calle a algunas personas y de las que se desprenden situaciones parecidas y valoradas diversamente según quienes sean los entrevistados y en las que los mayores no suelen tener una gran participación. Consecuentemente hay que retornar a la dimensión de mejorar los valores humanos para asegurar la sostenibilidad del planeta. Al faltar un planteamiento en valores todo queda al albur del egoísmo de los mercados y de la frialdad de la economía.

      Plantea un nuevo “brainstorming” en el que solicita al auditorio incorpore algunos valores en los sectores antes debatidos y que dan los siguientes resultados: a) Economía.- Honradez, honestidad, solidaridad, colaboración, cooperación, redistribución, humanismo, etcétera; b) Política.- Generosidad, respeto, independencia doctrinal, responsabilidad, representatividad, etcétera; c) Medio ambiente.- Educación, respeto, integración, convicción, etcétera. Por cierto, que me parecen contestaciones idóneas como ejercicio de culturización, equidad y socialización; pero cuya abstracción creo que no es fácil materializarla, salvo que cambien radicalmente los seres humanos y los valores recibidos desde el nacimiento.

     Continúa el Sr. Romá Romero exponiendo interesantes opiniones en relación con la aceptación de los valores humanos y que tienen la orientación siguiendo el orden de finanzas-economía-sociedad-planeta. Lo ideal sería el que se plantearan en el orden inverso. Nos presenta en pantalla un reportaje sobre la “Banca ética” que es un conjunto de entidades financieras cuyos productos no están condicionados exclusivamente al criterio del máximo beneficio y la especulación, sino que invierten en economía real y en algunos casos hasta tienen una estructura interna fundamentada en la participación cooperativa. Dicho de otro modo, el cliente sabe que los depósitos que realiza en estas entidades tienen un destino material basado en un comportamiento ético y no resulta tan trascendente el tipo de interés de sus colocaciones.

     La última parte de su intervención estuvo ligada a las políticas sociales que son actualmente necesarias y en las que la equidad, transparencia, distribución y responsabilidad social deben guiarlas. No me es posible ampliar esta parte del Foro de debate por la limitación que impone el comentario que estoy haciendo y que se ha de publicar en las páginas del boletín de Jubicam. Igualmente don Enrique Romá Romero nos mostró un reportaje en pantalla sobre las actitudes del vivir con y frente a la enfermedad e hizo un llamamiento a la espiritualidad, religiosa o no, que harían que la civilización fuera más rica económica y moralmente. Dado el amplio espacio de tiempo que ocupó la ponencia no fue posible el habitual debate final con el auditorio pero que, en cierto modo, ya se habían manifestado en los “brainstormings” realizados.

     Mi conclusión es la de que el auditorio estuvo embelesado con la figura del ponente, el contenido del tema y su magistral exposición didáctica. Los asistentes nos sentimos totalmente identificados con lo que don Enrique Romá Romero expuso, e igualmente, con lo que supo obtener de cada uno de nosotros. Un Foro de debate magistral, participativo y de suma actualidad. No me cabe la menor duda de que quienes estuvimos presentes reflexionaremos y, en lo posible, maduraremos sobre la escala de valores que cada uno de nosotros tiene individualmente incorporada en su personal zona o sistema límbico.  

Fotografías de Antonio Aura

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