Si hemos de relacionarnos
con gentes de nuestro entorno
o con cualquier otro prójimo,
debemos posicionarnos.
Hemos de admitir que todos
ocuparán su lugar.
No pretendamos entrar
en su mundo con mal modo.
Nos hemos de preservar
de mostrar indiferencia
que nos pudiera alejar.
Tampoco con prepotencia
debemos avasallar:
el respeto es nuestra ciencia.