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  - MI ABUELO ´XIULANTE´ * Mayo... el Mes del Amor
 
Cuando llegaba el Mes de Mayo mi Abuelo gustaba de llevarnos por los bancales de naranjos a ver cómo nacía la Naturaleza…

Era una gozada oírle hablar de la belleza que mostraban los campos y cómo todas las flores se habían puesto de acuerdo para lucir juntas… Su entusiasmo aumentaba cuando nos hablaba del verde intenso de los naranjos… que él comparaba con el verde del Montgó…. Y el verde claro… fresco… joven… que presentaban las nuevas ramas que iban saliendo…

Por eso llamaba al mes de Mayo el Mes del Amor… y siempre terminaba igual… contándonos su versión de lo que era y representaba el Amor en la vida de los seres humanos.
Nos decía… había una vez una isla donde habitaban todos los sentimientos... la ALEGRÍA... la TRISTEZA... la VANIDAD y muchos más... incluso el AMOR.

Un día... se les fue avisando a los moradores que la isla se iba a hundir.

Todos los sentimientos se apresuraron a salir de la isla... se metieron en sus barcos y se preparaban a partir... pero el AMOR se quedó... quería quedarse un rato más con la isla que tanto amaba... antes de que se hundiera.

Cuando por fin estaba ya casi ahogado... el AMOR comenzó a pedir ayuda.
En eso que venía la RIQUEZA y el AMOR le dijo:

- RIQUEZA... llévame contigo!
-No puedo... le contestó... hay mucho oro y plata en mi barco... no tengo espacio para ti.

Entonces le pidió ayuda a la VANIDAD... que pasaba en aquel momento:

- VANIDAD... por favor... ayúdame.
- No te puedo ayudar... AMOR.... Tú estás todo mojado y vas a arruinar mi barco nuevo!!

Así fue como el AMOR le pidió ayuda a la TRISTEZA:

- TRISTEZA... me dejas ir contigo?
- Ay AMOR... Estoy tan triste que prefiero ir sola...

También pasó la ALEGRIA... pero ella estaba tan alegre que ni oyó al AMOR llamar.

Totalmente desesperado ya... el AMOR comenzó a llorar... fue entonces cuando una voz le llamó:

- Ven... AMOR... yo te llevo.

Era un viejecito... pero el AMOR estaba tan feliz que se le olvidó preguntarle su nombre... Al llegar a tierra firme... le preguntó a la SABIDURÍA.

- SABIDURÍA... quién era el viejecito aquel que me trajo aquí?
- Era el TIEMPO... le respondió la SABIDURÍA
- El TIEMPO?... sorprendido continuó el AMOR... Pero porqué sólo el TIEMPO me quiso traer?
- La SABIDURÍA... con una sonrisa le contestó:
- Porque solo el TIEMPO es capaz de ayudar y entender a un gran AMOR.

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