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  - AL HABLA CON... * GINÉS DÍAZ GARCÍA
 
En toda empresa siempre hay detrás, o delante, un grupo de personas técnicas que se ocupan de las infraestructuras.

Siendo su misión altamente relevante, muy pocas veces se les reconoce. En nuestra entidad esta función la ha llevado siempre el Departamento de Inmovilizado, y en él ha destacado una persona que hoy traemos a nuestra sección para conocerle un poco más. Se trata del amigo Ginés, al cual abordamos en nuestro local social y le pedimos que nos cuente su trayectoria laboral, a lo que nos dice:

- El 12 de Septiembre de 1972, una vez acabadas las fiestas de Moros y Cristianos en Villena, regresé a mi casa en Alicante, y a última hora de la tarde recibí la visita de un amigo al que se le había encargado, por orden de don Francisco Oliver Narbona, la gestión de buscar a una persona que cumpliera el perfil que él había diseñado (yo en aquella época ejercía como empresario autónomo de la construcción) y me propuso pasar a formar parte del equipo de Mantenimiento en la Caja de Ahorros del Sureste de España.
Me cogió un poco en fuera de juego, y estuve dudando algunas semanas antes de tomar la decisión. De acuerdo con mi esposa, me decidí a pedir una entrevista con el Sr. Oliver, y en su despacho de la calle San Fernando me hizo una exposición del que sería mi cometido, y acepté.
A mi pregunta de para cuánto tiempo sería el contrato, me contestó muy seriamente: - Si usted no roba, para toda la vida. Y así fue, pues le he dedicado casi 32 años a la entidad, ya que entré el 2 de Noviembre del 72 y me prejubilé el 1 de Marzo de 2004.

Le pregunto por alguna de las obras en las que ha colaborado y de las que se siente más satisfecho, y me responde:

- La ampliación del edificio de San Fernando, con todas las dificultades que las obras tenían, se terminó satisfactoriamente en aquellas fechas. Otra obra muy importante fue en el año 73, en el complejo de Vistahermosa, donde el refuerzo y la consolidación de cimientos fue una obra faraónica, teniendo en cuenta que hubo que estabilizar 5 torres de 15 pisos y 2 bloques de menor altura.
Aquello requirió un gran trabajo y dedicación de todo el Departamento, pero en particular de nuestro compañero Vicente Pastor Pérez, por aquel entonces jefe de la Constructora Benéfica del Sureste, y yo fui su brazo ejecutor.
También fue un trabajo laborioso la adecuación de las oficinas para la implantación del Teleproceso, ya que hubo que visitarlas todas, una a una, para levantar planos de mostradores en colaboración con Organización, con el fin de entregarlos a los respectivos instaladores. Y la instalación de los primeros cajeros automáticos, que fueron un éxito en su tiempo, ya que en los tres meses de verano se instalaron unas 150 unidades, con las dificultades que entrañaban en algunos casos. Otras fechas muy importantes para el Departamento de Inmovilizado, al que siempre he estado adscrito, fueron las de Octubre de 1982 con la inauguración del Centro de Cálculo en Agua Amarga, obra que fue muy compleja, e incluso con cambio de ubicación del edificio dentro de la parcela.
Más reciente, en el 2000, el edificio “estrella” también en Agua Amarga, así como la remodelación del edificio de Oscar Esplá, con todo el personal trabajando y los Sindicatos exigiendo. Con las fusiones, el trabajo era complicado, ya que las culturas de actuación eran distintas, aunque pronto se lograba formar un equipo único. Con el cambio de imagen de la actual CAM, el departamento tuvo que realizar un enorme esfuerzo para buscar todos aquellos materiales que se incorporaban al nuevo diseño (viajes, gestiones, nuevo concepto de distribución en planta, etc.).
Recuerdo que en uno de esos viajes, una mañana lluviosa y fría, cuando entraba con Pascual Vidal Misó, mi jefe, en la Feria de la Construcción en París (Batimar), vi un autobús de la BNP y le dije: - Esto es lo que nosotros necesitamos para hacer obras de reforma en nuestras oficinas sin molestar a los clientes ni a los compañeros. Se empezó a trabajar con el proyecto y actualmente se dispone de cinco unidades, si no ha aumentado la flota.
Me siento particularmente orgulloso de este logro por la efectividad que ha tenido. Y no quiero terminar sin dedicar un recuerdo a un gran maestro y gran persona, que fue el Aparejador y Decorador de la entidad don Ángel Fernández Moreno, a quien tanto debo por lo que me enseñó en mi vida profesional y particular hasta su fallecimiento.

Para no hacer más exhaustivo el relato de sus vivencias profesionales, le pido me haga una reseña de su vida personal. Y esto es lo que cuenta:

- Nací en Villena el 30.12.39 siendo el cuarto de cinco hermanos, de los cuales uno ya ha fallecido. Mi familia estaba dedicada a la agricultura y, por supuesto, fueron unos primeros años difíciles por la posguerra.
Con 7 años nos marchamos a Campo de Criptana, por el trabajo de mi padre, y allí, pasado el tiempo conocí a mi mujer, Mari Paz, con la cual llevo 41 años casado. Se ha ganado la gloria por soportar mi carácter fuerte y sacar adelante nuestros dos hijos, Francisco y Eva. Y ahora disfrutamos con los dos nietos que nos han dado.
En mi juventud hice todo tipo de deportes: en fútbol jugué en Categoría Regional, corrí campo a través en Santander en los Campeonatos de España, salté pértiga, hasta que una lesión me impidió seguir y tuve que dejarlo. Formé parte de un grupo de teatro, y representamos desde Muñoz Seca a Calderón, y también participaba en el coro parroquial como buen bajo. Ahora mi hobby es andar y escuchar música festera. Voy al cine con frecuencia y ya no estoy para hacer deporte.
Le dedico mucho tiempo a la familia y a la cocina, pues aunque no voy a revolucionar la cocina española, sí estoy inventando nuevos platos, y sobre todo me salen insuperables la gachamiga (doy fe de ello, porque la he probado) y la caldereta manchega.

Sin preguntárselo, pero lo llevaba escrito para hacerlo, me cuenta alguna de las anécdotas que recuerda:

De viaje a Cartagena para montar un cajero, tuve la mala fortuna de sufrir un accidente con el coche de la Caja, que quedó “siniestro total”. Los culpables fueron unos gitanos que no respetaron un estop. Y tuve la buena suerte de que, a pesar de enviarme al carril contrario, no venía ningún camión de los múltiples que salían de la refinería por esa carretera.
A los dos minutos estaba allí la Guardia Civil y lo primero que hicieron fue un control de alcoholemia ¡a mí!. Tuve que hacer varios viajes para poder cobrar. En otra ocasión, estando por la Vega Baja visitando varias oficinas con un técnico del aire acondicionado, nos paró la Guardia Civil, metralleta en ristre; seguramente por mi aspecto, pues me había dejado barba para los Moros y Cristianos de Villena.
Preguntaron a la Caja por Díaz García y allí les dijeron que no lo conocían, ya que siempre he sido para todos Ginés, así que, hasta que se resolvió, estuve 2 horas detenido; y mi jefe, el señor Serrano, preocupado por no poder contactar conmigo y no querer asustar a mi familia. Total, que las odiseas con la Benemérita no han sido muy halagüeñas.

Y, para terminar, le ofrezco el Boletín para que exprese lo que haya quedado en el tintero, y dice:

A pesar de salir de Villena muy pequeño, no he perdido mis orígenes y participo en las fiestas de Moros y Cristianos: pertenezco a la comparsa del Bando Marroquí y formo parte de su Junta de Patrimonio. También soy costalero en una Cofradía. El 31 de Diciembre de 2004 me jubilé. Cuando entré en la Caja eran pocas oficinas, y al salir superaban las 900, por lo que estoy plenamente satisfecho de mi contribución. Aunque soy asociado reciente en JubiCAM estoy a vuestra disposición, porque he visto entusiasmo en los viajes, foros de debate y demás actividades. Enhorabuena.

No, hombre, es a ti a quien hay que felicitar por dedicarnos tu tiempo y contarnos todas estas cosas que nos permiten conocerte un poco más. Gracias, Ginés.

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