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- SOSTENIBILIDAD DE LAS PENSIONES EN ESPAÑA (II)
 
En el artículo anterior “Sostenibilidad ...... (I)” presentamos la problemática que el Gobierno nos plantea sobre la sostenibilidad de las pensiones a causa del envejecimiento de la población, y señalábamos que en el estudio realizado para presentar a la Unión Europea se afirma que a partir del 2015 habrá déficit, y para sostener las pensiones habrá que utilizar el fondo de garantía, previéndose que en tal caso en el año 2020 este fondo se habrá liquidado

. Entre las soluciones que plantea el estudio se apuntan algunas medidas entre las que destacamos las siguientes:

Considerar en la base reguladora para el calculo de la pensión toda la vida laboral, en lugar de los 15 años que actualmente se aplican; Aumentar los años de cotización para tener derecho a la pensión; retrasar la edad de jubilación ampliándola de 65 a 67 años; Eliminar la jubilación anticipada., etc.
También se plantea fomentar el desarrollo de las prestaciones complementarias con miras a que, antes de que acabe la década, la mayor parte de los trabajadores del sistema de la Seguridad Social pasen a tener previsión complementaria: en definitiva, se apunta la conveniencia de potenciar los sistemas de protección social complementaria como instrumento importante de ahorro y previsión a largo plazo; se pretende que los trabajadores tengamos fondos de pensiones de empleo y/o fondos de pensiones personales.

Analicemos alguna de las citadas medidas que se proponen: por ejemplo, aumentar los años de cotización para tener derecho a la pensión. En mi opinión, esto debería llevar implícito que el periodo de trabajo, y por lo tanto de cotización, pudiera comprender entre los 35 y los 50 años. Recordemos que hoy día para tener derecho al 100% de la pensión hay que tener cotizados 35 años, y la realidad muestra que es bastante difícil conseguir aumentar más de 35 años el periodo de trabajo.
Actualmente el acceso a un trabajo estable se está produciendo en el entorno de los 30 años de edad, por lo que la vida laboral sólo podría alcanzar, en el mejor de los casos, los 35 años que hoy se exigen para el 100% de la pensión. Actualmente con la globalización y la volatilidad de las empresas, es frecuente encontrar personas con más de 50 años que, al encontrarse en paro, tienen muchos problemas para encontrar un nuevo trabajo. Las empresas quieren rejuvenecer sus plantillas.

El retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años no parece que vaya a tener consecuencias muy positivas en el sistema de pensiones. Sólo se retrasa 2 años la percepción de la pensión, y nos podemos preguntar, ¿interesará esto a las empresas, cuando lo que están haciendo, como antes decimos, es rejuvenecer las plantillas? Parece claramente que la respuesta es negativa.

En cuanto a potenciar las prestaciones complementarias mediante los fondos de pensiones, parece que es una medida que todos los empleados en activo habrán de tomar, lo que obligará a prolongados periodos de aportación de cuotas, con un coste de gastos de gestión, y cuando tengan que cobrar la pensión complementaria habrá otro gasto de gestión.

De todo lo expuesto y del rápido análisis realizado, se concluye que los gobiernos tienen serias dudas sobre su capacidad para hacer frente a la sostenibilidad de las pensiones.
En definitiva, parece que la sociedad no está preparada para el coste social de la prolongación de vida, lo que alguien ha calificado como “el cambio más importante de toda la historia de la evolución”.

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