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SINGLES
 
Para este vocablo inglés disponíamos hasta no hace mucho de varios significados.

Single es un disco sencillo, de los de antes, con todo lo más 2 canciones por cara. Single es para los profesionales de turismo una habitación de hotel de uso individual. Incluso hay juegos, en Internet y en las maquinitas esas que llevan los niños en cuanto andan, a los que también califican como singles. Ahora –la vida avanza que es una barbaridad- tenemos otro concepto que añadir a nuestro vocabulario diario de anglicismos.

Casi al mismo tiempo que el Estatuto, se ha celebrado en Barcelona el primer salón dedicado a los solteros y asimilados. Una muestra ferial en la que según he leído se ofrecían todo tipo de servicios y productos a las personas de entre 25 y 55 años que viven solas (ahora denominadas singles).
En esta denominación se incluyen solteros, separados, viudos o gente emparejada a la que le gusta vivir de forma independiente. Los organizadores de esta exposición han asegurado que este segmento cuenta en España con seis millones de individuos, o sea presuntos consumidores. Por alguna razón, no se incluyen los fiftyfive people, ese otro colectivo con el que los anglosajones definen a los mayores de 55 con gran capacidad de gasto y aún con suficiente energía física como para no ser considerados como retired (jubilados).

Por otro lado, el INFORME 2004 LAS PERSONAS MAYORES EN ESPAÑA nos ofrece datos del Censo de Población de 2001 (el último, recientemente publicado): 1.358.937 personas mayores de 65 años viven en soledad (1.043.471 mujeres y 315.466 varones), la quinta parte de las personas mayores (6.958.516).

Dado que disponemos de esta última cifra más actualizada, 7.276.620 en el año 2003, hemos de colegir que los singles mayores pronto serán millón y medio de individuos.

La diferencia más notoria que encuentro entre ambos colectivos –salvando, claro está, cuestiones de edad- es que mientras la vida en soledad en el segmento de mayores se ha venido produciendo en gran medida por un proceso familiar y demográfico (la viudez), y es una alternativa no buscada, no voluntaria, en el caso de los hogares unipersonales, el ahora denominado colectivo de singles que comprende grupos de edad mucho más jóvenes, la fórmula de vida solitaria sí responde en general a variadas decisiones voluntarias: emancipación, rupturas matrimoniales, emparejamientos frustrados, etc.
Es evidente que conforme avance el calendario, y dado que la referencia de población single parece tender a crecer, también aumentarán las cifras y los porcentajes de personas mayores en soledad no aritmética sino quizás geométricamente.

Un modelo de sociedad bastante distinto, y para el que estas actuales generaciones tendrán que prepararse.

 

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