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Cuando hace cincuenta años y siendo yo Concejal del Ayuntamiento de San Javier se tramitaba la creación del Escudo Heráldico, la Real Academia de la Historia emitió un dictamen que por interés traigo a las páginas de este Boletín:
´En relación con el oficio núm. 212 de ese Ministerio de la Gobernación A.L. 3ª de fecha 5 de octubre de 1955, relativo al expediente incoado por el Ayuntamiento de San Javier (Murcia), solicitando se le conceda Escudo Heráldico, y enviado a esta Corporación para su dictamen, esta Real Academia de la Historia emite el siguiente informe.-
El citado Ayuntamiento acompaña a su solicitud una bien escrita memoria, razonando las vicisitudes históricas de la población desde los días en que fue Alquería de Murcia hasta 1836, en que se constituyó en Ayuntamiento independiente. Originado por la construcción de las Torres de San Miguel del Estacio y la Encañizada para asegurar la defensa de la costa, debe su nombre a la ermita levantada en el siglo XVII, en honor del Apóstol de las Indias que se convirtió en Parroquia durante el episcopado del Obispo de Cartagena D. Francisco Fernández Angulo.
El proyecto que se presenta aspira a ser un resumen histórico de su pasado, incurriendo en el grave defecto de infringir las reglas heráldicas, cuya finalidad es la sencillez y la alegoría; un Escudo no debe traducir la vida de su representación llevando a formar blasones de cuatro cuarteles, cuyo uso, por modo excepcional, se debe a la costumbre española de los cuarteles probados por los respectivos apellidos en la Ordenes Militares. Repasando cualquier repertorio de heráldica municipal de las principales capitales del mundo, veremos confirmado nuestro aserto.
Y aunque el vulgo erróneamente crea en la mayor importancia de lo complicado, la razón y la Historia acreditan lo contrario.- Además los escudos municipales que han de plasmar en el sello de la respectiva localidad para usarlo frecuentemente, queda reducidos y originan confusión inevitable cuando se trata de un escudo cuartelado, con cuatro cuarteles en cada uno, como ocurre con el propuesto.
La Corona Real es inadecuada, debiendo reemplazarse por el Coronel con florones, privativo de nuestra Heráldica municipal. El Escudo del Blasón familiar de San Francisco Javier es inaceptable, por no tener relación alguna señorial con dicha familia, debiendo reemplazarse con la ermita de su advocación de que dio nombre al pueblo.
Y dada la importancia que para la Aviación española tiene el campo y base aérea de su nombre debe suprimirse la Cruz de Santiago, patrón de la Caballería, y reemplazarse por el signo peculiar de la aviación. Conservándose la inscripción de la filacteria que rodea el Escudo”.
Lo que con devolución del expediente, tengo el honor de transcribir a V.E. a fin de que por la Corporación municipal de referencia se adapte el diseño a las sugerencias introducidas en el dictamen de la Real Academia de la Historia, remitiendo seguidamente a este Ministerio para nuevo informe y ulterior tramitación.-
Lo que de orden de la Superioridad traslado a V.S., con inclusión del expediente, para su conocimiento y cumplimiento de lo interesado”.
Después de diversas vicisitudes, por fin, el 22 de Agosto de 1959, tuvo entrada en el Ayuntamiento el diseño definitivo. Siete días más tarde lo aprobó el Pleno y en conformidad con ello lo sancionó el Consejo de Ministros en su reunión del 4 de Diciembre de 1959, por Decreto 2.303/1959.
DESCRIPCIÓN
En fondo de azur, dos torres de oro sobre ceñidor partido de plata y sobre ondas de plata y azur, con un pez nadante de plata. En jefe, ermita de plata. Bordura de gules con ocho águilas de oro en actitud de iniciar el vuelo. Al timbre, coronel de ocho florones, cinco vistos. En filacteria, la leyenda, en sable “LA ALBUFERA ME DIO VIDA Y DOS TORRES FORTALEZA”.
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