Índice de Documentos > Boletines > Boletín Noviembre 2007
 


Victoria Lopesino Fernández

    EL SUEÑO


   Acercándote a mi rostro dulcemente,
soplaste en mis ojos un viento de arena,
y en tus brazos crucé desnudas fronteras,
de un trágico mundo del que eres señor.

   Desvanecidos seres rompiendo mi mente
pasan y se alejan.
Su vida es la muerte, su muerte no es nada;
dos mundos distintos unidos a mí.

   En los resortes de mi cerebro danzan muñecos
envueltos en rojas nubes de angustia,
de mi corazón surgen precipicios abiertos, y
en el fondo, ocultas, miradas burlonas.

   El sueño riendo me abre sus puertas,
su voz sin sonido el eco devuelve.
Manos heladas, inmóviles brumas,
Silencio, silencio: un mundo perdido.

   Dolor imposible:
creyendo soñar, estaba viviendo.

 

Volver