Los árboles del bosque silban en la madrugada
a la luz de la luna.
Perdido en un río donde
de repente anochece,
lo tendrás que soportar,
a la luz de la luna.
El duelo comienza a las seis,
un búho observa atentamente desde una rama.
No quiere morir,
es demasiado joven todavía,
lo tendrás que superar,
a la luz de la luna.
Se acerca el momento de batirte
por un amor imposible;
tu honor defenderás por ella
frente a aquél al que también
le sedujo su belleza.
Lo tendrás que derrotar
a la luz de la luna.
Ella se halla presente
en el bosque de la muerte.
Cada uno escoge su arma
y se sitúan de espaldas,
a doce pasos les espera lo peor,
uno vivirá, el otro no.
Ella no quiere mirar
y empieza a correr entre robles
mirando de vez en cuando hacia atrás,
deseando que no hubiera tenido lugar.
Desde lejos escuchó dos disparos,
no quiso regresar,
lo tendrás que llorar
a la luz de la luna.
Con ninguno quedará,
a la conciencia de muerte renunciará,
a la luz de la luna...
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