Índice de Documentos > Boletines > Boletín Septiembre 2008
 

     Ordinal o cardinal el cien es ciertamente un número alto, importante. Cien… de lo que sea, es mucho; llegar al número 100… en lo que sea, es un hito, un jalón, un triunfo: así consideramos y celebramos el hecho de iniciar el curso 2008-2009 poniendo el número 100 en la portada de nuestro BOLETÍN. También coincide que se cumplen en este mes los 10 años desde que salió de imprenta el número ”0”. En este orden de cosas podríamos hablar de una auténtica mayoría de edad de la publicación.

 

     Hay que decir que desde los primeros tiempos de la Asociación se tuvo claro que una organización como la nuestra, con asociados dispersos en principio por las provincias de Alicante y Murcia principalmente, y después progresivamente por toda España, precisaba de un órgano de comunicación periódico, un nexo más personal que las corrientes circulares puntuales sobre asuntos concretos. Era necesario editar un boletín, pero alguien con experiencia en este campo cuando era joven no aceptó el reto en aquellas circunstancias, y así el proyecto se fue aplazando.

 

     Fue, finalmente, Andrés Calvo quien personalmente se lanzó a la aventura, y digo personalmente porque en realidad era él mismo quien confeccionaba página a página cada número (creo que un hijo suyo le echaba una mano) y lo llevaba a la imprenta. Así hasta febrero de 2001 en que termina su mandato como Presidente y se despide sacando el boletín número 18. La cosa estaba en marcha.

 

     Con la presidencia, Pepe Barberá asumió la continuidad de la publicación, y, lógicamente, el trabajo que conlleva. Se mantuvo el eslabón epistolar, la  ”Carta del Presidente” que Calvo, acertadamente, había entendido como eso, una carta familiar en la que se dan noticias, se comentan cosas y se anuncian acontecimientos; pero la inquietud dominante en Barberá era lograr, contra todo pronóstico (al concurso literario apenas se presentaban originales), la colaboración de los asociados e incluso de algún compañero en activo. Y sorprendentemente lo consiguió: la lista de articulistas y poetas, habituales o esporádicos, alcanza hoy los 95. Lo que al principio era básicamente una amplia recensión de prensa económica, pensiones y ahorro, con referencias a nuestra Caja, fue cediendo espacio a la literatura: relatos, ensayos, poemas, comentarios periodísticos… La incorporación de Vicente Ramos en marzo de 2003 supuso el acceso definitivo a la categoría de publicación cultural. Se procura eludir cuestiones políticas y religiosas que pudieran dar lugar a controversias ajenas al propósito fundacional de compañerismo y amistad.

 

     La artesanía editorial continúa en manos del Presidente: Barberá se está convirtiendo en un experto tipógrafo y utiliza eficazmente la informática; un par de compañeros colaboramos con nuestra mejor voluntad, pero el peso (considerable) del trabajo recae mayormente en él. El formato ha ido evolucionando y entre los cambios que se han producido hay que destacar la inclusión de cuatro páginas en color que animan y complementan el blanco y negro.

 

     Diez años, cien números: un testimonio fehaciente y vivo del caminar de nuestra Asociación. Y no puedo dejar de entresacar de tantas páginas dos pasos especialmente notables que allí quedan reflejados: el magnífico local que la Caja nos ha cedido en Alicante y los Foros de Debate que, gracias a la iniciativa de Paco Bernabeu, se iniciaron en abril de 2005 y siguen celebrándose con la colaboración de destacadas personalidades y con una participación cada vez más numerosa.

 

     Finalmente, se comprende que esta rápida ojeada retrospectiva al editarse el número 100 de nuestro BOLETÍN ha de incluir nuestro recuerdo afectuoso, el recuerdo afectuoso de los lectores, a los colaboradores  que nos dejaron en el transcurso de estos diez años, como Francisco Morant, Antonio Timoner, Modesto Celdrán, Carmen Sáenz, Manuel Lucas, Juan Martínez-Quintanilla, Paco Guardiola, Oscar Ferrer… Nos dedicaron su tiempo, su ingenio y su saber. Sus trabajos están ahí. Y ellos en nuestra memoria.

 

Pascual Bosque

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