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"UN DÍA MÁGICO"


     Cuando llegamos los Voluntarios al Centro Ocupacional A.D.A., de la Asociación de Disminuídos en Almoradí (Alicante), ya nos estaban esperando los residentes, treinta alumnos todos sentados ordenadamente, aunque nerviosos por lo que les habían anticipado las cinco monitoras que les acompañaban.

 

     Tras las palabras de presentación de nuestro compañero Miguel Ángel López, dio comienzo la actuación del “mago” Vicente Esteve, con una muy estructurada sesión de ilusionismo adaptada a un público tan especial en todos los sentidos. En su primer número hizo aparecer de un libro “mágico” figuras en blanco y negro, y después coloreadas. A continuación sacó de una bolsa, flores, cartas que no se agotaban y una cuerda que cortó y luego recompuso. Después, hizo aparecer un pañuelo que, de la misma forma, se “evaporó” y volvió a aparecer dentro de una barrita de pan. Al llegar a este punto de la actuación los chicos ya estaban asombrados, y eso que todavía quedaba lo mejor: una maceta sin flores, pintada en una pizarra, se transformó mágicamente en un precioso ramo, lo que hizo que uno de los chicos comenzase a llorar; al preguntarle, dijo: “es que estoy emocionado por lo que estoy viendo”. Sólo por esto ya mereció la pena nuestra asistencia. Continuó la actuación de nuestro compañero con otros números, como la desaparición del agua vertida en unas tazas, unas esponjas que atravesaron varios cubiletes para reunirse y varios pañuelos que, atados entre dos cuerdas, se soltaron con el aire de un abanico.

 

     Para acabar, Vicente hizo un “truco” de escapismo, emulando al mismísimo Houdini, en el que se liberó de las esposas con candados y aparecieron sus ayudantes, voluntarios del público, “esposados” en cuestión de segundos. Los aplausos, besos y abrazos al final de la actuación fueron los mejores indicadores de que habíamos conectado con nuestro público.

 

     A continuación se pasó, con diez de los alumnos seleccionados por su menor discapacidad, a otra sala para desarrollar el Taller de Magia. A ellos se les explicó los secretos de algunos de los juegos que habían presenciado, y al entregarles el material “mágico” en nombre de nuestra Asociación de Voluntarios, uno de ellos dijo en voz alta: “De la CAM”. Nuevos aplausos.

 

     Practicaron un poquito y, como estaban deseando mostrar lo aprendido, dos de ellos se convirtieron en improvisados “magos” ante sus compañeros, a los que sorprendieron con los juegos aprendidos. La emoción y los aplausos se desbordaron de nuevo.

 

     Para nosotros, los voluntarios, fue una experiencia maravillosa comprobar la dulzura y el cariño que te entregan estas chicas y chicos nada más conocerte. Y para ellos significó una mañana “mágica” llena de sorpresas, sonrisas e ilusión que rompió con su rutina diaria. Un regalo de Navidad anticipado.

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