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Vicente Esteve

   AL HABLA CON...
OCTAVIO SEVA GARCÍA
(por Vicente Esteve)


¿Te acuerdas Vicente? Han pasado (después de pensarlo) cuarenta y un años desde que dormíamos juntos. Bueno, casi, tú en la parte de arriba en la litera y yo abajo mientras hicimos el servicio militar. ¡Y parece que fue ayer! Pero han pasado tantas cosas desde entonces… y ya metidos en harina recordando aquellos tiempos, le propongo que nos cuente un poco de su vida, y así, casi sin proponérnoslo, se realizó la entrevista.

 

Como sabes, nací en Alicante en 1948 y mi primer colegio fue el famoso y tradicional de Don Varó. Mis abuelos maternos eran de San Juan, lo que me llevó a conocer el pueblo, primero en las visitas obligadas, y más tarde, cuando tenía 14 años, mis padres compraron un solar, montaron una fábrica de muebles y nos fuimos a vivir allí. Soy el segundo de cinco hermanos, de los cuales, dos, están en la fábrica y los otros dos en la CAM; bueno, ahora Edmundo está en excedencia porque es el Alcalde de San Juan. Conocí de muy joven a mi novia, Carmen Climent, y todavía seguimos juntos. Nos casamos en 1975 y hemos tenido la parejita: Carmen, licenciada en derecho y empleada en la CAM y Octavio, que es aparejador autónomo. Gracias a la ayuda de la Caja en los estudios a los hijos de sus empleados, mis hijos han podido ser lo que ellos decidieron y hoy están bien situados, lo que es una satisfacción y un orgullo para los padres.

 

Y ya prejubilado ¿cómo recuerdas tu vida laoral activa?

– Pues a veces con nostalgia y otras con satisfacción por la labor desarrollada. Comencé en la Residencia Alicante, propiedad de la CAM, como paso previo para pasar de botones a la Caja. Después de tres años pasé a Estafeta y como ordenanza en la Dirección General. Me hice Auxiliar por oposición, y estuve en Perforación unos años maravillosos, con Pilar Illán al frente. En la oficina de San Juan hubo que solucionar unos pequeños problemas y al estar yo allí residiendo y conocer a los clientes, me pidió el Sr. Oliver que, de forma provisional, me trasladara. Y la provisionalidad duró 33 años. Fui apoderado y subdirector, hasta que con 58 años, en el 2005, me propusieron la Prejubilación, y, aunque en principio me costó decidirme, al final acepté, y a día de hoy estoy satisfecho de haber tomado esa decisión pues nunca dejas completamente la vida pasada; en JubiCAM estableces de nuevo el vínculo de amistad con compañeros a los que casi no veías y compartes viajes, foros, reuniones, anécdotas (¿te acuerdas cuando nos escapábamos del cuartel para irnos de cop… digo cenas, eh?, y sin móvil para poder avisar).

 

En el transcurso de la charla se le escapan algunas palabras en valenciano y le digo ¡que soy de Elda, Octavio!

– Che, perdona pero el valenciano es una de las raíces del pueblo, y aunque hoy San Juan es una ciudad dormitorio que ha perdido su identidad (ganando en progreso al pasar de agrícola a industrial y haber gente de todos sitios), los nativos intentamos conservar la lengua, pero sin presiones; las cosas impuestas nunca me han gustado. Antes localizabas a cualquier vecino diciendo su apodo y hoy casi ni nos conocemos los de la misma finca.

 

Nada hombre, era una broma, te entiendo perfectamente. ¿y qué es de tu afición a la música?

– Sigo perteneciendo como cantante, barítono bajo, al Orfeón de San Juan desde su fundación, hace más de 30 años, e interpretamos piezas de todo tipo: habaneras, zarzuela, música sacra, etc. y en algunos actos actúo de solista. Tengo una muy buena colección de discos de música clásica y zarzuela. De la moderna y del “bacalao” paso. De los cantantes tengo preferencia por los cantautores y de ellos por Juan Manuel Serrat.

 

No eras muy deportista ¿haces algo ahora?

– Desde la prejubilación le dedico algo de mi tiempo al tenis y al frontón, aunque me gusta más ir incrementando mi importante colección de sellos, que transmitiré a mis hijos, y el sillón-bol leyendo una buena novela clásica. Además suelo viajar con frecuencia, y eso también tiene parte de deporte por lo que se camina. Me gustó mucho por su organización el viaje que hicimos con JubiCAM a Les, y los que con el Club CAM hicimos a Egipto y Suiza, y algunos otros particulares para conocer España y parte de Europa. Nos gusta y aún podemos, ya que más adelante, con la llegada de los nietos, seguro que estaremos ocupados.

 

Cuando le pido que recuerde alguna anécdota, me enseña un álbum que todo él es pura anécdota.

 - Mira, esta foto es con el Director General, D. Francisco Oliver. Yo estoy de botones y me la hice a propuesta suya, pues me dijo: “Octavio, antes de que vengan los que mandan”. Hay infinidad de escritos, recordatorios, fotos con las tres compañeras de oficina a las que llama “Los ángeles de Octavio”, modelos de reintegro; todo de la Caja. Y ya, al final, con la familia, cantando, vestido de Rey Mago -(soy Gaspar, igual que el ex-presidente del Barsa, mi equipo de toda la vida). Cierra el álbum y dice: – Ha llegado el relevo, mi hija me despidió el último día que estuve en la oficina. La recuerdo con cariño a pesar de los siete atracos que padecí, alguno con metralletas, y que intento olvidar. Lo consideras exagerado si lo ves en el cine pero, a veces, la realidad supera la ficción.

 

¿Y en qué otras cosas empleas tu tiempo libre?

– Al tener una casita en el campo me dedico a cultivar un poco de todo, pues lo mismo planto tomates que recojo la aceituna o cuido los árboles frutales. Pero, sobre todo, cuido y cultivo el ambiente familiar, disfruto de mi estado actual y del premio que me concedió la Caja al prejubilarme, y con buen estado de salud, ya que me encuentro de maravilla, sólo pido seguir así durante muchos años. He asistido a varios cursos, muy interesantes, de diferentes materias en la Universidad Permanente. Además hago algo de gimnasia y se me abre el apetito y luego, claro, hay que recuperar la energía comiendo ¡y como no me gusta!, si encima no hiciera…

 

Preguntado por la labor de JubiCAM responde:

- Extraordinaria. Destaco a su Junta Directiva y felicito a todo el equipo por su dedicación y el tiempo que emplean en los actos que organizan para todos los socios. Por la  distancia de mi residencia al local social participo menos de lo que me gustaría, pero no dejo de reconocer la labor de los que están implicados, y mi mejor modo de manifestárselo es diciéndoles: gracias. Incido en la labor que se desarrolla en la programación de los viajes, en la preparación de los foros de debate y en la información puntual que nos llega a través de nuestro Boletín, y últimamente, aprovechando las nuevas tecnologías, en nuestra página web. Pocas asociaciones son tan activas.

 

Para terminar he dejado una pregunta que me rondaba la cabeza desde el principio: ¿volverías a hacer la mili?

– Desde luego que sí, y sobre todo si coincidiéramos de nuevo, aun que sabes que nos llevamos algunos años y nuestra coincidencia fue porque yo fui voluntario y creo que tú la retrasaste algo por estudios.

 

Buena memoria, así fue. Un abrazo, Octavio. 2ª Cía. Regimiento San Fernando. Alicante.

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