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Toni Gil

LAS SERPIENTES DE VERANO
(por Toni Gil)


Uno de mis primeros maestros en esto del periodismo fue Pepe Vidal Masanet; reportero de calle, se recorría tertulias en cafeterías, las pobladas barras de algunos bares a la hora del aperitivo, escogidos comercios y hoteles de todo el espectro a la caza de noticias. Pero en verano, las codiciadas piezas no siempre saltaban al ruido de su enorme envergadura o al olor de sus cigarrillos, así que recuerdo que más de una vez nos sorprendía con un gran reportaje de difícil contraste pero de gran expectación; en alguna ocasión se le tildaba: “Ya está aquí la serpiente de verano de Pepe”, pero nadie se atrevía a negar que lo escrito y publicado fuera fruto de su imaginación y no realidad basada en sus investigaciones.

 

En esto, que mi hija Elena me envía un correo con este comentario: Julio Cortázar escribía: 'La coma, esa puerta giratoria del pensamiento'. Lea y analice la siguiente frase:

 

“Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda.”

 

 1.- Si usted es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra "mujer".
       2.- Si usted es varón, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra "tiene".

 

Así, en este verano hemos tenido una “serpiente” periodística, pero ésta ha llegado acompañada de muchas “comas”. Empezó la cosa –si no recuerdo mal- cuando un destacadísimo político de Alacuás (Valencia) la sacó del saco de arpillera: la fusión CAM-Bancaja.

 

Mientras los centrocomunitarios valencianos ponían las comas en la vertebración de la autonomía, vía fusión, los sureños alicantinos las ponían en la no idoneidad del proyecto. Y tuvimos serpiente (quiero decir declaraciones, puntualizaciones, preguntas y respuestas, entrevistas, coloquios y tertulias) durante todo el verano, con comas a favor, neutras –muy propias de políticos- y negativas.

 

Una vez me dijo Juan Antonio Gisbert que tenía guardado el recorte de cuando se publicó por vez primera que la fusión se había acordado (en Valencia, claro); debe hacer cosa de veinte años, pero he de pedirle una fotocopia para enmarcar, perdón, enjaular la serpiente en un terrario de cristal; eso sí, que en lugar de granos de arena esté llena de comas, de muchas comas.

 

toni.gil@ono.com

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