De nuevo Navidad, de nuevo Aurora…
De nuevo Dios, Eterno, y Uno y Trino,
se hace niño indefenso, y es Camino,
Vida, Verdad y Lumbre Redentora.
De nuevo, Jesucristo, -ayer y ahora-
se hace carne mortal, y pan, y vino.
De nuevo está, a lo humano y lo divino,
tendiéndonos Su Mano, Su Mano salvadora.
¡Vale la pena andar, hermano, amigo,
rumbo a Belén, cantando; ven conmigo!
¡Jesús nos llama enamoradamente!
¡Ven conmigo, que el Cielo nos convida
a ver al Niño que es Verdad y es Vida
y se nos sigue dando eternamente!
(Un coro jubiloso de angelicos
está cantando alegres villancicos)