Este seguir buscando lo que intento
-a pesar de mis miedos-, todavía
no es más que amanecer, con cada día,
en el aire, en la nube y en el viento…
No es más que encandecer el sentimiento,
pretendiendo trocar, con alegría,
en oro y luz, la gris melancolía
que engrisece mis rumbos y mi aliento…
No es más que ir colocando, paso a paso,
una huella tras otra, hasta que llegue
el último eslabón de mi cadena
y, en esta eterna duda en que me abraso,
hacer lo que me afirme o que me niegue…
(Es un grano de cal y otro de arena).
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