Índice de Documentos > Boletines > Boletín Mayo 2010
 

 

TODO A SU TIEMPO

(por Ana Burgui)


     No muere el otoño para que nazca el invierno sino que a través de él, apoyado en sus días y sus meses se convierte en invierno, y de nuevo despacio cumpliendo escrupulosamente su ciclo, en primavera, lentamente los brotes nacen, crecen y se abren en hojas, en flores o en fruto, y luego se convierte en verano y luego en otoño nuevamente. Nada es brusco, ni rápido, ni radical o tajante. Todo el delicado entramado que nos rodea y en el que estamos inmersos, a veces sin saberlo, necesita su tiempo. Tu sonrisa, dulce y franca ahora, ha recorrido senderos de tristeza y de dolor y tus lágrimas la han regado y se ha abierto ahora cuando antes estuvo cerrada. Tu corazón ha cambiado su ritmo y ahora late de otra manera y se encoje o se expande ante otras cosas. Has descubierto los sentimientos, los has analizado bien, uno por uno, les has buscado su lugar dentro de ti y ahora sabes lo que significa ponerlos al aire, si cuesta desnudar un cuerpo figúrate el alma. Has variado la importancia que dabas antes a una innumerable lista de cosas y perseguías la felicidad ¿te acuerdas? y la felicidad, no te engañes, es tan breve que no merece la pena buscarla. Has cambiado la felicidad por la satisfacción y como en una brújula, ahora apunta en otra dirección. Ahora te satisface sentir el roce del sol sobre tu piel y dejar la mirada sobre un mar azul hasta su horizonte pero que sabes no es el tuyo. Antes recorrías los senderos de la vida deprisa, mirando a todos los lados, ahora tienes una dirección y casi sin desviar la mirada, lentamente has encontrado tu paso, tu ritmo y todo te ha llevado su tiempo. Has aprendido que tus acciones tienen consecuencias, el resultado es el fin del principio que tú has iniciado, y la vida tiene que poner en tu final todos sus contadores a cero, el de la comprensión, el del perdón, el de la ayuda, el de la atención, el de la ira… hay muchos y tienes que saldarlos a cero con la vida. La vida aquí, es ese espacio de tiempo que se nos concede y en el que tenemos que aprender, como en una escuela.

 

     El secreto de todo es el tiempo porque encierra más de lo que suponemos y porque puede transformarlo todo. Él puede enfrentar a dos personas o unirlas. Decimos “durante algún tiempo” porque sabemos que nada es permanente.

 

     Acaricias tu abultado vientre que encierra ocho meses de vida desde aquella semilla que plantasteis  y que se ha transformado, puedes notarlo y pronto lo verás, mientras vuelves a tu realidad de muebles viejos y paredes desconchadas, a tus pies hinchados y a esa vieja caja de música que  al abrirla y liberar sus acordes escaparás sobre ellos al momento del tiempo que tu elijas, porque en tus recuerdos y como un regalo, el tiempo sólo lo controlas tú.

Volver