¡Oh madreselva añorada!,
que crecías en mi huerto,
con satisfacción te llevo
en mi memoria grabada.
¡Oh madreselva divina!,
que por dar belleza al huerto,
me demuestras que es muy cierto
que tu esfuerzo no escatimas.
¡Oh madreselva cautiva!
dentro del pequeño huerto,
desde allí lanzas al viento
tu aroma, que nos da vida.
¡Oh madreselva preciosa!,
tú bien puedes presumir
de en belleza competir
hasta con las mismas rosas.
¡Oh madreselva adorada!
Con tu toque de exotismo
tu pujanza y colorido,
eres bella y admirada.
¡Oh madreselva orgullosa!,
tu belleza y tu fulgor
te hacen sentirte mejor
a las flores más preciosas.
|
¡Oh madreselva olorosa!,
eres mi guía mejor
mi fuente de inspiración
y felicidad me aportas.
¡Oh madreselva confusa!,
que a la hora de escribir,
nunca te habré de insistir,
mas eres mi mejor musa.
¡Oh madreselva gentil!,
con aroma penetrante,
refinado y agradable,
que el placer hace sentir.
¡Oh madreselva genial!,
que mi vida has alegrado,
con tu aroma delicado
y tu belleza sin par.
¡Oh madreselva bonita!,
tu belleza y seducción
me han llegado al corazón,
dando color a mi vida.
Madreselva, madreselva,
motivo de mi alegría,
yo mi vida pasaría
contemplando tu belleza. |