Con el titular “La Comisión Taurina de Alicante tumba el cartel de la Feria de Hogueras”, el pasado 14 de mayo, el diario Información publicaba lo siguiente: “Los representantes del Ayuntamiento de Alicante y la afición señalan varios incumplimientos y recomiendan la inclusión de algún torero alicantino para el día de San Juan. La empresa adjudicataria tiene cinco días para presentar una nueva oferta”.

     Con independencia de esa llamada al orden a la empresa, podríamos exponer otras recomendaciones al Ayuntamiento antes de hacer público el Pliego de Condiciones que dicta para la adjudicación de la plaza.

     En Alicante, en la década de los 50 se llegaron a celebrar una media de 25 festejos al año, porque dos toreros de la tierra, los admirados Pacorro y El Tino,  despertaron en nuestra ciudad una gran ilusión taurina. Se lidiaban numerosas novilladas económicas y también con picadores, y se celebraban algunos festejos mayores en días señalados: 5 ó 6 corridas en la feria de San Juan, una el día de San Pedro y otra más en agosto, el día de la Patrona.

     Actualmente, considero que se celebran en Alicante demasiados festejos: dos en marzo, once de forma ininterrumpida en la feria de San Juan desde el día 17 al 27 de junio y tres más en el mes de agosto. Como resulta que en nuestra ciudad no existe suficiente afición, lo que ocurre con este sistema es que en dos tardes la plaza roza el lleno, otras dos tardes se ocupa en sólo dos tercios y el resto en un tercio a lo sumo.

     Sería coherente reducir el número de festejos y situarlos de la forma siguiente: 1 festejo en marzo el día de San José, 5 ó 6 festejos en Hogueras entre los días 19 al 24, otro el día de San Pedro y uno más en agosto el día de la Patrona. El Ayuntamiento se equivoca al pensar que a mayor número de corridas más taquillaje y en consecuencia más ingresos a las arcas municipales.

     Con el sistema de reducción de festejos se lograría además un abaratamiento en los abonos anuales, lo que vendría muy bien a los bolsillos de los ciudadanos. Hoy por hoy, dicho sea de paso, con la finalidad de no perder los abonos, nos ofrecen una serie de festejos que son un puro trámite para cumplir con el Pliego de Condiciones y que realmente no tienen ningún interés para el aficionado.

     Mi segunda sugerencia al Ayuntamiento sería que incorporara al Pliego de Condiciones la obligatoriedad de la presencia, en alguno de los festejos, de las ganaderías que están presentes en la mente de cualquier aficionado: Miura, Conde de la Corte, Pablo Romero, Celestino Cuadri, etc.

     Por último, interesaría a la afición que se dejara por cerrar algún cartel, a la espera de alguna agradable sorpresa surgida de las ferias anteriores a la nuestra, como son las de Castellón, Valencia o Sevilla.

     En definitiva, cualquier tiempo pasado no es que fuera mejor, pero sí más coherente.