En el viaje-crucero por el Danubio, precisamente de Jubicam, la guía de Budapest nos habló del que fuera quizás el más famoso de los bárbaros: Atila, rey de  los hunos a la temprana edad de 21 años. Fue un gran conquistador, tomando las ciudades dondequiera que fuese, especialmente en Centroeuropa. Llegó a ser conocido como “El azote de Dios”

Atila decidió invadir la parte occidental del Imperio Romano. En el año 452 D.C. él casi tomó la ciudad de Roma. Se asegura que el papa León fue con dos compañeros al campamento hostil de los hunos y pudo persuadir a Atila de no atacar Roma.

Atila hubiese continuado invadiendo y conquistando, pero decidió casarse con la hija de uno de sus enemigos a quien había dado muerte. Según parece,  en la noche posterior a su gran banquete de bodas,  murió envenenado por la desposada que así se vengó de la muerte de su padre.

Dicen que el cuerpo del conquistador fue colocado en un  ataúd de oro dentro de otro de plata que asimismo se insertó en un tercero, éste de hierro. Según la leyenda, los hombres que fueron enviados a sepultar a Atila hallaron la muerte a su regreso. Nadie debía saber nunca donde fue enterrado Atila, y después de su muerte poco se volvió a saber de los terribles hunos.

Así, el chascarrillo húngaro que se cita cuando se ven unas obras de excavación en cualquier solar, cuando se prolongan demasiado, es que “están buscando el ataúd de Atila”.

En el Proyecto Raíces, desde que lo pusiéramos en marcha siguiendo las instrucciones del director general, Roberto López, andamos buscando “ataúdes de Atila” más de seis años. Hemos encontrado más de uno, en nuestra propia casa y en incursiones a otros lares, incluido ese espacio denominado Internet.

Uno de los últimos hallazgos ha sido este ejemplar de los primeros estatutos de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Elche, hallado en un archivo con el escrito de devolución de fecha 25-11-86 de la Consellería de Cultura, Eduació i Ciencia, a quien debimos habérselo prestado con motivo de una  exposición denominada “Món i Misteri de la Festa d´Elx.

¡Afortunadamente no ha sido pasto del reciclaje y ahora se conservará adecuadamente en el archivo Raíces!

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