El seis de Noviembre a las siete de la mañana, con la puntualidad que nos caracteriza, salimos con destino a Ciudad Real despedidos por el vocal de viajes y amigo Manolo Iñiguez y José Manuel Lledó, gerente de “Viajes Coral”; particularmente echo en falta en este adiós a la Agrupación Músical “Los Claveles”.  Pasando por Orihuela y Murcia a recoger a los compañeros, llegamos a la capital sobre la una del mediodía al “Hotel Guadiana”;  una vez  dejadas las maletas en las habitaciones asignadas, nos lanzamos  a por la comida típica  manchega de unas sabrosas gachas, continuando con un exquisito guiso de pollo. Después de un breve descanso y con la guía que se nos había asignado, Cristina, recorrimos los sitios más importantes de la ciudad.

     Los siguientes días a pesar de un tiempo, sobre todos los dos últimos, de lluvia, frío, etc. recorrimos según lo previsto en el programa, Campo de Criptana, (mi pueblo), El Toboso, Puerto Lápice,  Daimiel, Almagro, Villanueva de Los Infantes y, al regreso, Las Lagunas de Ruidera. En todos los sitios degustamos los productos típicos manchegos que, evidentemente, se ha comprobado que están exentos de colesterol, al ser estos de bajas calorías. Haciendo una comprobación entre los compañeros, me comentan que tras este régimen que les ha venido de perlas, algunos han perdido entre dos y tres gramos de peso; los más optimistas dicen que, de seguir así, ven posibilidades dentro de unos cinco años de estar dispuestos para desfilar por pasarela “Cibeles” en Madrid.

     Quiero destacar la interpretación cantada por Antonio González y su esposa Paquita Pastor del salmo “Guitar y Bed”, creo que en la Iglesia de Villanueva de los Infantes, que nos dejó a todos perplejos al pensar que se trataba de unos profesionales que estaban ensayando. La noche anterior y después de la cena, un espontáneo, Diego Cutillas interpretó un sainete de Álvarez Quintero, con acento andaluz; así lo requería la obra titulada “El cuartito de hora”. Noto que entre nuestros compañeros hay mucha madera de artistas que está oculta.

     Por último, que quizás debería ser lo primero, debo destacar el alto grado de responsabilidad que  han tenido los compañeros de viaje. Muchísimas gracias por el trato que habéis tenido conmigo y espero que podamos coincidir muchas veces. No obstante desde la Vocalía de Viajes sentimos no poder complacer al cien por cien a todos los asociados; pongo un ejemplo: en cualquier comunidad de propietarios somos diez o veinte vecinos y estamos en desacuerdo constantemente; en esta Asociación somos centenares, por lo que se pide comprensión.

     Por hoy ya está bien, apago el ordenador y a la cama, que mañana a primera hora he quedado con dos compañeros y, conociéndolos por su generosidad, posiblemente será para darme trabajo.

     Un fuerte abrazo para todos.