MICRORRELATOS

DON JOSÉ

Don José tuvo seis hijos; nunca les dijo que era su amigo. Le parecía mucho más importante ser su padre. Solo a los dos más rebeldes les dio alguna vez un azote en el culo. Le bastaba con mirarlos para hacerse entender. Siempre lo quisieron todos, lo respetaron y hasta lo admiraron.

¿Qué pasa ahora con los padres y los hijos?

FUE CONSCIENTE

 Doña Rosita se maquilló, se vistió y se miró al espejo, y se sintió bien. Al subir al autobús, una joven educada le dejó su asiento. Entonces fue consciente de que se estaba haciendo vieja.

EL ESPEJO DEL ALMA

Pilar no era nada agraciada, más bien fea. Le dolía cuando oía decir que la cara es el espejo del alma. Ella estaba en paz con todos y sentía gran ternura por los niños, animales y por todas las personas que la rodeaban. No era justo que dijeran eso. Siempre intentaba hacer el bien.

EL BENEFACTOR

Todo el mundo lo conocía y quería. Era muy rico y un benefactor del pueblo. A María nadie la conocía. Era pobre; lo único que tenía era tiempo y lo daba ayudando a los demás.