He de escribir un verso a tu victoria
para unirme contigo en ese sueño
en el cual pusiste tanto empeño:
“Para que siempre viva la memoria.”
Tu batalla, los campos de la historia.
En tu mano, la insignia del poeta
por conseguir el sueño del profeta
de llevar el triunfo hasta la gloria.
Defiendes las verdades destronadas,
las recoges en loco torbellino
y quedarán por siempre rescatadas.
Transformando lo humano por divino
con palabras de amor y de belleza,
has llenado de sueños tu destino.