Índice de Documentos > Boletines > Boletín Junio/Julio 2013
 
______________________________ al habla con...

José María Rico Cámara

Vicente Esteve Vera ____________________

 

 

 

 

¿Nos vas a dar suerte a todos los asociados al haberte incorporado a la Junta Directiva como Vocal de Loterías?
–Sería una satisfacción que mi apellido se trasladase a todos los compañeros como consecuencia de mi gestión en la compra de los números de la suerte; el camino puede ser largo y no me desilusionaré aunque de momento no “toque”.  Asumir la Vocalía de Loterías ha sido por vergüenza torera ya que cuando uno está en alguna Asociación no es solo para sacar beneficios sino para colaborar y cuando el Secretario Paco Navarro me lo pidió, por el cese a petición propia de José Manuel García, no me pude negar. No soy jugador y mi única experiencia en algo parecido fue en el grupo scout Resurrección  y quizá por eso me hace sentirme dichoso de servir.

Queremos conocerte en tu vida personal y familiar. ¿Nos puedes hacer un breve resumen?
–Pues que nací en Ayora (Valencia) a pesar de que mis padres ya vivían en Alicante pero por ser el primer hijo quisieron que tuviera las raíces familiares; luego vinieron dos hermanos. Estudié en los colegios de La Florida y en el instituto Jorge Juan desde donde sin acabar el Bachiller me incorporé a la Caja Provincial como botones ascensorista. Conocí a mi esposa por un compañero de la Caja, José Antonio Martínez, que era amigo de ambos. Me casé en 1976 con la novia de siempre, Teresa, y tenemos dos hijos; el mayor, José Mª, casado, es psiquiatra con plaza en el hospital de Elche, el pequeño, Ignacio, es abogado y está preparando oposiciones. Mi nuera, como si fuese hija, Berta, es ginecóloga y nos ha dado dos nietos extraordinarios, Chema y Alicia, y es una alegría que contribuya a traer niños al mundo.

En el viaje que últimamente hemos hecho a Sevilla, el grupo de teatro de la Asociación, ArtEscena, ha captado a mi esposa para la nueva obra. Debido a su ilusión de siempre por las “tablas” y por la buena relación con todos los compañeros, no necesitaron mucho para convencerla.

¿Cómo ha sido tu vida laboral?
–Como hemos comentado, entré en abril de 1969 como botones ascensorista en CAPA y acabé el bachiller ya trabajando porque en aquella época había que ayudar a la familia. Al año salieron oposiciones y entré a la Caja, ya en plantilla, en noviembre del 70;  continué estudios de Peritaje Mercantil apoyado por la entidad. He estado siempre en oficinas empezando por la Principal, más tarde en la urbana de la Plaza de Argel y antes de incorporarme al servicio militar participé en la campaña de la Tarjeta 6000 que realizaron conjuntamente CAAM y CAPA. Es un hecho destacable por haber sido, creo, la única campaña en común entre las dos cajas rivales de Alicante. Tras el paréntesis de la “mili” en Rabasa y en el Batallón de Carros del Regimiento de Infantería “España 18”, en Cartagena, volví a la oficina Principal y de ahí a la urbana de Campoamor como Interventor y más tarde a la de Pío XII. Antes de la fusión con la CAM estuve como Director en Campos Vasallo y, para seguir con las curiosidades, fue la primera oficina que cerró tras la fusión por el lamentable estado que presentaba el local. D. Juan Sanchis, Director de Zona de Alicante, cuando lo visitó no dudó en decidir el cierre por temor a que nos cayera el techo encima. Pasé a la oficina de la calle Cerdá en el barrio de Los Ángeles y finalmente estuve en la oficina del Edificio Alicante durante 11 años, que supuso un reto y una satisfacción. Viajé como líder a Paris y Dubai. Mi prejubilación me llegó en un gran momento porque la deseaba con toda el alma, en junio de 2011, porque estaba pasando un grave problema familiar y me tocó por el ERE que hizo la CAM y por tanto no viví de cerca la debacle que se avecinaba. Ahora en junio acabo el paro y en agosto, con 62 años, si no cambia el panorama me jubilaré anticipadamente por si en el futuro cambian las cosas a peor.

¿Cómo te has adaptado a la nueva situación?
–Estupendamente pues me incorporé a la Asociación un poco por Manolo García, que siempre está en campaña de captación entre sus compañeros, y además porque otros amigos ya estaban y me animaban. Como a mi mujer le gusta viajar ya estuvimos el año pasado en el Valle de Arán, con Rafael Carratalá de responsable. Ahora le dedico tiempo a la repostería, fotografía, el bricolaje y las nuevas tecnologías. La lectura no es mi fuerte pero recomiendo el libro El Principito que a través de metáforas da lecciones de comportamiento en todos los ámbitos de la vida, y ahora por obligación con mis nietos tengo que releer los cuentos de antaño. Visitamos exposiciones de pintura, soy poco adicto a la televisión y prefiero la radio y la música clásica. En todas estas cosas busco la distracción.

De los viajes realizados ¿hay alguno especial?
–El que recuerdo con mayor agrado fue el que en 2006 realizamos a Londres toda la familia más cercana. Luego he estado en Bélgica, Suiza, Berlín, New York, Lisboa, París y prácticamente en toda España. La otra cara de París fue cuando estuve como Líder, por seguros, con Mediterráneo Vida. Y también el ya mencionado crucero por el Golfo Pérsico como Líder, pues después de cuarenta años en la Caja que te reconozcan los méritos ya es satisfactorio por sí mismo.

Así, a bote pronto, ¿nos cuentas una anécdota?
–Una no, dos. No se te puede olvidar el día que se sufre un atraco en la oficina, y menos mal, gracias a Dios, que no llegó a más y todo se saldó con un susto. En otra ocasión entró una señora en mi despacho de la oficina en el edificio Alicante y me dijo que “todo era suyo”. Creí que se refería al dinero pero ante mi sorpresa y estupor se sacó un pecho y tras mostrarlo me dijo: –no    como otras que son de silicona. Ya te puedes imaginar mi cara de sorpresa e incredulidad y menos mal que no pretendió que lo comprobara. Increíble pero cierto.

Ideas y proyectos futuros que siempre has tenido ganas de realizar pero “faltaba” tiempo:
–Ya te he comentado. En fotografía me gusta pasar los clichés escaneados a sistemas informáticos. Estuve ocupado en el cuidado de mi madre durante su larga enfermedad por lo que ahora veo el lado positivo en valorar lo más sencillo para los mortales como es pasear por la Explanada. Eso no tiene precio. Hay que vivir sin proyectos a largo plazo, disfrutando de la familia cada día y dedicarles más tiempo ahora que se puede y sobre todo estar bien con el de ahí arriba.

¿Cómo te encuentras físicamente?
–Cuando se pasa de los 60 empiezan a salir las goteras y hay que pasar por las resonancias, los TAC, las analíticas, para descubrirlas. Para combatir el colesterol suelo pasear con frecuencia pero sin pasarme por el problema del asma. Como ves, no me puedo quejar. Desde la prejubilación, al no tener el stres que podía conmigo, ya me desaparecieron ciertos males que me aquejaban.

Has comentado que saliste de la Caja antes de la debacle que se avecinaba. ¿Nos quieres comentar sobre esto?
–Para mí es una insatisfacción el estar viviendo esta situación porque considero que hemos traicionado la confianza de los clientes y no nosotros precisamente que también fuimos engañados. La confianza se la daba al cliente el que daba la cara, los empleados, y la codicia y mal hacer de unos pocos nos llevaron a la situación actual. Hubo poca gente crítica para oponerse a los excesos y aunque reconozco su dificultad, por lo que te jugabas, cada uno tiene su propia responsabilidad. A mí, gracias a Díos, por la calle me siguen saludando y no he tenido ningún problema pero otros compañeros no pueden decir lo mismo aun a su pesar y lo siento de veras.

Y de los problemas actuales en España, ¿nos das tu opinión?
–Aquí encaja la manida frase “mal de muchos consuelo de tontos”, es un mal generalizado que quita muchos sueños porque hay gente joven preparada y sin horizontes de trabajo futuro. De otras crisis se ha salido y aunque esta está siendo más duradera también se superará. El nuevo Papa dice que hay que implicarse más, y tal como se ha mostrado él mismo al mundo es como se empieza el cambio. Con los políticos que toda su vida están en esta labor será difícil, pero todo llegará.

Pues ya ha llegado… el final de la entrevista. Lo otro tardará más.
–Efectivamente la entrevista ha llegado a su fin y cuando me la propusiste, por mi carácter introvertido, parecía que iba a ser “eterna” y tenía mis temores de que pudieses completar el espacio que tienes en el Boletín, pero reconozco que con tu tesón y la facilidad que tienes para el diálogo sabes “sacar partido” hasta de mí. Gracias por abrir esta ventana de AL HABLA CON… a todos los compañeros.

De momento gracias a 88 de vosotros.

Volver