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AL HABLA CON ... * BALDOMERO SANTANA MOJICA
 
¡Qué fácil entrevistar a nuestro Vicepresidente 2º! Recuerda sin problema todo lo que le pregunto y además añade anécdotas y detalles simpáticos. Dice:

- Nací en Alicante en el año 1935, en el barrio de San Blas, mi padre fue maquinista en RENFE y mi madre Ama de Casa (en toda la extensión de la palabra). Soy el mayor de 4 hermanos y ¡cuánto tuvieron que trabajar mis padres para sacarnos adelante!
Me casé en 1961, en San Vicente, con Ángeles Alcaraz Sereix y tenemos tres hijos de los que nos sentimos muy orgullosos, y cuatro preciosos nietos.
Mis estudios iniciales fueron de Formación Profesional y de Comercio, completados posteriormente con la Diplomatura de Ciencias Sociales por la Universidad de Valencia y los Diplomas de Jefe de Sucursal y de Dirección de Recursos Humanos en la ESCA (Escuela Superior de Cajas de Ahorro).

Trabajé en la empresa privada como contable, y al licenciarme de la mili en 1959 ingresé en la CAPA, siendo mi primer destino la “Ventanilla de Caja” de la Oficina Principal. En 1965 era el responsable de Cuentas Corrientes y, a propuesta del Director General, fui trasladado como jefe a la nueva Oficina en Virgen del Remedio.
En 1969, de nuevo con un ascenso, se me confía la apertura de la Sucursal en San Vicente del Raspeig, y allí estuve hasta 1975 en que pasé al nuevo Departamento de Coordinación de Oficinas, en Central, estando Francisco Bernabeu Alberola como Director General. Fui Jefe adscrito a Dirección, Jefe de Patrimonio, Jefe de Personal y, en la red de oficinas, Director Comarcal de Valencia y de la Comarca Centro, con 37 oficinas de la Marina Baixa y del Alacantí, desde Altea hasta Agost.

La fusión con la CAM me llega siendo Jefe de 3ª, y encontré un magnífico grupo de compañeros a los que muy pronto pude considerar amigos, entre los que no olvidaré a mi último Director de Zona, Juan Sanchís Sales, con el que desempeñé mi nuevo cargo de Jefe de Sucursales-Adjunto al Director de Zona. Éste fue mi último destino hasta mi prejubilación el 31 de Mayo de 1994.

Quiero dejar constancia de que mi paso por la oficina de San Vicente fue de lo más gratificante, ya que a la magnífica acogida que dispensaron a la Caja las gentes de aquella población, se sumó la satisfacción de contar con un magnífico equipo humano en el que más que compañeros fuimos un grupo de verdaderos amigos.
Se nos designó Oficina Piloto, y allí se formaban nuevos jefes de oficina que se incorporaban a las sucursales que se iban abriendo por el plan de expansión. Además, está el hecho de que fui Concejal electo de aquel Ayuntamiento y después Primer Teniente de Alcalde en la corporación que presidía don Mariano Carbonell Montoyo.

Una vez rememorada su vida laboral, le pregunto por su prejubilación, y me cuenta:

- Me cogió bien preparado psicológicamente, no olvides que fui Jefe de Personal en la CAPA. Mi familia me apoyaba, y como en el nuevo organigrama de la CAM los puestos de mi nivel ya estaban cubiertos, la perspectiva más atrayente era mi entorno familiar.
A partir de entonces me dediqué a mis “hobbies”, colaboré durante varios años en la Parroquia de mi barrio y me involucré en la Asociación JubiCAM, primero como Vocal de Prejubilados de la mano de Antonio Compañ, y en una segunda etapa, cuando me lo propuso Pepe Barberá, el Presidente actual, como Vicepresidente 2º.
Y sobre todo, pude practicar una de mis pasiones: el golf, ya que iba hasta tres veces por semana a los campos de El Plantío y Bonalba.
Soy jugador amateur federado, con handicap 28. Ahora juego menos por una dolencia en el hombro que me condiciona.

Como saca a relucir sus aficiones, también me dice:

- Otra de mis grandes pasiones es el fútbol: soy uno de los más antiguos abonados del Hércules, desde hace más de 50 años de forma ininterrumpida. Aunque de menor calado, también empleo mi tiempo en la lectura de poesía, narrativa y biografías; el cine, la natación, y ahora dedico más de hora y media diaria a caminar.

Le pregunto por algún viaje que recuerde especialmente y empieza contándome una anécdota:

- Fue uno de mis viajes al extranjero. Un amigo me dijo: -¿Estás dispuesto a ir a Colombia? Y sin pensármelo dos veces le dije, sí. -Pues comprueba si tienes el pasaporte en regla y prepara las maletas, porque salimos mañana a primera hora.
Eran las 12 del mediodía del 26 de Febrero y tuve que aplazar la celebración de mi santo porque ese día lo pasé volando hacia América. Además del viaje a Cartagena de Indias, en el Caribe Colombiano, recuerdo muy especialmente los viajes realizados a los Fiordos noruegos, una maravilla de la naturaleza; y el de los faraones, Egipto, ¡Cuánta historia tienen esas piedras! y qué tesoros se guardan en ellas.

También nos habla de su salud y de sus planes de futuro:

- Mi salud diría que es bastante buena, con algún que otro achaque y con alguna limitación por una artrosis degenerativa, pero lo llevo bien con las medicinas adecuadas y haciendo 15 ó 20 minutos de gimnasia, en casa, todos los días, además de los paseos.
Me gustaría poder continuar así unos añitos más, hasta ver casarse a mis nietos. Siempre que pueda viajaré con los jubilados, me dedicaré a JubiCAM, a mis hijos y mis nietos, especialmente los fines de semana, y si es posible mejoraré la calidad de vida, ya que prefiero poco pero bueno de cualquier cosa.

Le saco a relucir el pasado y aquí se recrea contándome:

- Mi infancia la recuerdo con cariño, la casa llena con mis tres hermanos, mis padres y la abuela, mi primer sueldo, mis partidos de fútbol en San Blas, la vida entrañable en la calle con los vecinos del barrio, las cenas en la puerta de la casa en los meses de verano, las tertulias, sin televisión, sin coches, ... ¡Qué distinto es todo! Entre la ciudad de antes y la de ahora media un abismo: ahora es impersonal, nos agreden por todas partes con ruidos, con contaminación, con aglomeraciones, con falta de civismo y de urbanidad.

En fin, los nuevos tiempos. Y no culpemos a los jóvenes, la sociedad somos todos. El entorno ha cambiado, se han ido algunos de nuestros seres más queridos, las personas también hemos ido cambiando, la llegada de los nietos, la alegría de haber podido conocer a tan buena gente en JubiCAM... Y aunque el entorno actual es diferente, también me hace sentirme muy feliz.
Dedico tiempo a escuchar toda clase de música, aunque más la de mi época, pues tengo predilección por la de los 60 y dispongo de una buena colección de CD’s.

Y para acabar, le pido que me hable de nuestra Asociación y dice:

- JubiCAM crece en todos los sentidos, no sólo en número sino también en actividades, pero quedan cosas por hacer. El nuevo local social ha venido a culminar el despegue definitivo de la Asociación gracias a que la CAM nos ha valorado adecuadamente, y cuando los actuales empleados y directivos se incorporen, en el futuro, se encontrarán con el trabajo bien hecho de quienes les precedieron.
Los prejubilados, jubilados y pensionistas por una parte y la CAM, como entidad, por otra, tienen la palabra. En vuestras manos estamos. La Asociación será lo que entre todos seamos capaces de hacer por ella. Nadie debe olvidar que existe desde hace ya más de 15 años y todos debemos desear que tenga una larga y saludable vida.

Lo mismo deseamos de corazón a nuestro entrevistado.

 

 

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