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Tontos por puntos

 

 

JOSÉ FERRÁNDIZ LOZANO

www.joseferrandiz.com

 

Si es cierto que la implantación del sistema de puntos a conductores y conductoras ha contribuido a reducir accidentes mortales entonces es que la especie humana, sobre todo la que mantiene su hábitat en nuestro país, es irremediablemente tonta. No es que lo diga por ofender, que no es el caso ni la intención, sino por evidencia.

El sistema de puntos podrá ser más o menos discutido, justo o injusto, pero al fin y al cabo nos expone tal como somos: saca a relucir nuestros miedos, nuestras miserias más íntimas al volante, nuestro temor –me atrevo a asegurar que aterrador– a que se nos pille con las ruedas en la infracción. El terror, aceptémoslo, ha sido siempre un placer estético –hay público que lee, sin que le obliguen, novelas de terror, que ve películas de terror, que saca billete para distracciones terroríficas en los parques de ocio–, pero ninguno de esos miedos resulta equiparable al pavor que causa la mera posibilidad de perder el carnet de conducir. Y ahí es donde comienza la miseria humana peor explicada.

Es decir que lo de los puntos, si son atinadas las últimas interpretaciones, es lo que podría haber rebajado el número de muertes en carretera, naturalmente comparando los datos con los de los mismos periodos del año pasado. Semejante conclusión se esfuerza en convencernos de que, merced al sistema estrenado, nos hemos vuelto algo más prudentes en la conducción, menos veloces y hasta hacemos menos  el  burro  por  la  autovía. Y todo esto, que queda la mar de bonito, es precisa-

mente lo que nos retrata peor. La lectura a realizar es penosa: si hemos sido capaces de rebajar siniestros en la carretera por la amenaza de perder el carnet entonces es que no tenemos remedio, salvo que interceda a tiempo la psiquiatría y nos entone la sesera. Por lo pronto, ya sabemos que nos asusta más perder los puntos que la vida.

 

 

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