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VIAJE A LA SERRANÍA DE CUENCA

(por Vicente Llopis Pastor)

Vicente Llopis Pastor


     Interesantes y bellos viajes a la serranía de Cuenca organizados por Jubicam. Hasta cuatro turnos de excursionistas se sucedieron en los días 3 al 6; 7 al 10; 11 al 14; y 15 al 18 de noviembre de 2008; cada uno de ellos con más de cuarenta personas.

 

     Tuve ocasión de participar en el cuarto grupo, de los días 15 a 18 de noviembre, en el que compañeros de Murcia, Orihuela y Alicante nos deleitamos con la naturaleza, el paisaje, la arquitectura, el arte, los castillos, los conventos y la historia de España que se nos mostraron a este grupo de complacientes jubilados que con todo ello disfrutamos de lo lindo.

 

     Todo tipo de atenciones nos fueron prodigadas a lo largo de estos inigualables días en los que, partiendo de nuestros lugares habituales de residencia en Murcia, Orihuela, Alicante y sus entornos, enfilamos camino a Priego, en la provincia de Cuenca, en cuyo hotel rural “El Rosal” tuvimos nuestro cuartel general; este establecimiento cuenta con todo tipo de servicios y sus estancias, cafetería, restaurante y otras zonas comunes pudimos usarlas para los placeres de la comida, sobremesa, partidas de dominó, juegos de cartas, bailes, visionado de televisión y múltiples otros programas, entre los que las competiciones de fútbol no faltaron.

 

     Desde el citado hotel rural realizamos múltiples excursiones, entre ellas al propio Priego y sus alrededores, con la Iglesia Convento de las Siervas, la visita a una alfarería en donde pudimos ver en directo el exquisito arte en barro, fabulosas panorámicas, majestuosos vuelos de buitres leonados, extraordinarias puestas de sol y una naturaleza viviente que nos hacía sentir la bella geografía en donde estábamos. Misa en la Iglesia Parroquial, cena, sobremesa, fútbol en televisión, dominó y cartas cerraron la primera jornada.

 

     El segundo día, soleado y con la escarcha matutina propia de las bajas temperaturas nocturnas, partimos al nacimiento del río Cuervo, espectacular lugar en el que montaña, valle, riachuelos y vegetación adornan unas tranquilas aguas que se mueven en plena serranía. Verdadera poesía que cala en el alma con los más bellos sentimientos. Día completo en el que los excursionistas nos mostramos alegres y dichosos, y cuando el ocaso comenzaba a aparecer volvimos al hotel.

 

     El tercer día resultó especialmente calidoscópico y nos imbuimos de naturaleza, arte y construcciones hidráulicas, con los pantanos de Buendía, Entrepeñas y Bolarque; cascada y río Escabas, y nos imaginamos la labor de los “gancheros”, operarios que se dedicaban a ayudar a que el río transportara a lo largo de su cauce los troncos y árboles talados que ellos hacían caer  desde las orillas. Un animadísimo cierre tuvo el día con la cena de productos típicos, en  la que no faltaron morteruelo y ajoarriero, cerrándose con atracciones musicales y baile de los excursionistas, en el cual brillaron casi como bailarines profesionales muchos de los participantes.

 

     El cuarto y último día, maletas, desayuno, algo de frío, y camino hacia Cuenca-capital, ciudad en la que uno no deja de descubrir continuamente vestigios de un esplendoroso pasado que se incardina en la extraordinaria historia de España y en donde hoy en día se mantiene una secular reminiscencia de lo que supuso Cuenca como potencia económica, administrativa, social e incluso eclesiástica. Para ello tuvimos un guía de excepción, Guillermo, quien definió Cuenca como “ciudad de sosiego, tranquilidad, mesura y lentitud”; lo que precisamente el propio guía contravino, dado el dinamismo, erudición, conocimientos e ilustración que nos iba demostrando a cada paso.

 

     Resumir Cuenca no es fácil, pero si pensamos en las hoces del río Tajo y del río Huécar, que la surcan; su privilegiada situación como fortaleza natural; sus casas colgadas (que no colgantes); conventos; edificio del Tribunal del Santo Oficio; barrios; catedral; y tantas muestras arquitectónicas, artísticas y naturales, podemos resumir que fue una encantadora excursión que se cerró, después de la comida del mediodía, con nuestro regreso a los puntos de partida: Murcia, Orihuela y Alicante, por este orden.

 

     El ambiente del grupo, tanto en sus visitas y comidas como en el propio autobús, fue de un encanto  especial en el que no faltaron anécdotas, chistes y chascarrillos que hicieron más alegres los cuatro días de convivencia.

 

     Felicitaciones al Presidente de Jubicam, José Barberá Blesa, que participaba en la excursión con su distinguida esposa, al igual que al Vocal de Excursiones de nuestro colectivo, Antonio López García, igualmente con su gentil esposa, quienes nos dieron un verdadero recital de organización, compañerismo, entretenimiento y enorme delicadeza en atender a todos. Felicidades por ello. Y les animamos a que continúen organizando estas rutas turísticas que crean una mayor cohesión entre todos nosotros y que, incluso, nos rejuvenecen.

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