Quisiera sentirme compañero
de todo el que tiene su alma herida
ofreciéndole mi abrazo, que es sincero
y esperanza, si la suya está perdida.
Quisiera decir, aún sin palabras,
que existe el amor y a él me refiero,
pues nada hay que tanto valga
como darse al otro por entero.
Quisiera mostrar con mi mirada
limpia de rencores y tormentos
los rincones más profundos de mi alma,
refugio de la Fe que es mi sustento.
Quisiera creer que cuando amo
es tan fuerte el sentimiento
que no siento vacías, ya, mis manos
y olvido del dolor el sufrimiento.
Quisiera ser faro que ilumina
conduciendo seguro al navegante,
lejos de esos escollos que conspiran
por hundir su navío a cada instante.
Quisiera amar, amar sin límites;
amar sin fronteras, sin sentir otro deseo
y que fuera el amor el que me guíepara entregar todo el amor que ya poseo