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HACE VEINTICINCO AÑOS

(por Francisco Bernabéu Penalva)


¿Sólo por que se jubilaban protagonizaron un acto  valiente?

Primera escena. Seis compañeros que querían a  su Caja.

     En el despacho del Director General de la Entidad, Francisco Oliver Narbona, cuatro jubilados recientes: Francisco Palazón Jiménez, Francisco Navarro Olmos, Abraham Ruiz Jiménez y Francisco Bernabéu Penalva; también “Pepín”, un técnico jurídico joven y dispuesto a trabajar sobre el tema.

     Todos ellos estaban inmersos en un ambiente emocional manifiesto, que nacía de la convicción de estar promoviendo un movimiento asociativo que presentara una faz y un sentido distinto a lo generalmente acostumbrado en estos casos, y que podía afectar tanto a los futuros jubilados de su Caja como a los del resto de las Cajas españolas.

     En ese momento, se ponían de manifiesto comentarios sobre la posible creación inmediata de una Asociación Española, una posible Agrupación Europea y relaciones con compañeros de Iberoamérica.

     Con la actitud más acogedora y participativa, Oliver Narbona daba el visto bueno a ideas y proyectos y ofrecía la más amplia colaboración de la que hoy es Caja Mediterráneo con la Asociación en ciernes.

Segunda escena. El Primer Simposio sobre Valores Humanos, Tiempo Disponible y Jubilados de las Cajas de Ahorros.

     Para llevar a cabo, con éxito, un proyecto tan amplio y de tanta proyección futura en el que se registraba una amplia gama de aspectos socio culturales, como es el citado movimiento asociativo, entendimos que era preciso convocar a nivel nacional alguna reunión que pudiera parecerse a un congreso. Y así tuvo lugar en el Aula de Cultura, con el patrocinio de la Obra Social de la Caja, el Simposio que resultó un éxito de asistencia y participación, lo que estimaron los organizadores como el mejor pronóstico de los futuros logros y conquistas.

Tercera escena. El primer fracaso.

     El proyecto inicial de crear una sola Asociación para toda España resultó un fracaso. Sirvió, sin embargo, para que los Servicios de Personal de todas las Cajas Confederadas recibieran noticias de la existencia de un grupo de compañeros decididos a llevar a cabo, con entusiasmo, ideas y programas del ámbito de los mayores que ofrecieran testimonio del mundo de las Cajas.

La base firme. El nacimiento de una asociación por cada Caja.

     Con la base de un modelo de Estatutos redactado y distribuido por el grupo promotor de la CAM, en el tiempo y con un ritmo muy encomiable, alrededor de treinta Asociaciones fueron cubriendo el país con la denominación de cada una de las Cajas a que pertenecían. En esos momentos nuestra Asociación estuvo a la altura de lo que se le demandaba en la inspiración y la ayuda a todas ellas.

     Como desde el principio lo que buscábamos era un ideal de unión, ya se pudo desarrollar lo necesario para  la creación de una Federación (otra historia muy interesante),  que pronto vio la luz.

Cuarta y última escena. Despachos en Madrid y Bruselas.

     Miembros creadores de nuestra Asociación, algunos de ellos militantes actuales, ayudados en los altos niveles representativos de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y la Agrupación Europea de Cajas de Ahorros, dada la consideración y el prestigio alcanzado por la Federación Española, abordaron el establecimiento de una Agrupación Europea, y, consecuentemente, se afanaron en el cumplimiento de los objetivos que ya fueron planteados hace ahora veinticinco años por la JUBICAM de entonces en los despachos de dirección de nuestra Caja.

     Con la narración de los acontecimientos citados al principio en esta crónica ¿cabría hablar del valor del espíritu?

     Un saludo muy cariñoso para todos.

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